jueves, 1 de enero de 2015

Del año que cumplí 40. De mi china vida.

Último "selfie" del año
Llamé a la china para felicitarle el año nuevo. 

- ¿Qué quieres, pesao? - me contestó con esa desidia que la caracteriza.

- Joder, china, qué forma de cogerme el teléfono. Sólo te llamaba para felicitarte el año.

- Muy bien, pues ya me lo has felicitado. ¡¡Buenas noches!!

- ¡Oye! Pero no me cuelgues. - le medio grité

- ¿Pero qué más quieres? - continuó con un tonito irritable.

- Nada, da igual. Yo que tenía un emotivo discurso de fin de año.

- ¿Por qué no me lo cuentas por whatsapp? Es que te va a salir muy cara la conferencia.

- Tienes razón. Te cuelgo y ahora hablamos por whatsapp.

- ¡Venga!

Colgamos y empecé a escribirle.

- "Sabes, china, has sido una de las personas más importantes de mi vida en este año que acaba. Recorrer contigo mis cuarenta años de existencia fue una experiencia inolvidable. Sin duda, cuando sea mayor y le recuerde el año a mis nietos, tú serás la protagonista indiscutible de 2014. Fue emocionante levantarme cada mañana y escribir nuestras andaduras por China. Cada día me enfrentaba a una pantalla en blanco para contar mi vida. No me fue difícil abrir mi corazón, lo difícil era encontrar las palabras adecuadas. También me emocionaba al ver la cantidad de lectores que tenían nuestras historias, sus comentarios, sus risas, sus emociones. Todo.

Nunca conté la celebración del cumpleaños. Nunca agradecí públicamente a todos los que se acercaron al casal de la falla y aguantaron estoicamente el calor de aquel día escondidos para darme la mejor sorpresa del año. Fue una sensación tan increíble. No podía dejar de reír, no podía dejar de llorar. Mis amigos, mi gente, todos allí juntos. Uno nunca se puede imaginar lo querido que puede llegar a ser. ¡Joder! Ahora sigo emocionándome al recordarlo. Desde mi familia, a mis amigos de EGB, del instituto, los amigos de la falla, del trabajo, de la vida. Gente que forma parte inseparable de lo que soy hoy en día. Sin duda el año no ha sido uno de los mejores. Ya dije que era el último de las vacas flacas, que 2015 sería el primero de las vacas gordas, pero cuando hago un repaso mental del año no puedo dejar de pensar en ese momento, en ese día.

Me gusta cumplir años. Siempre me ha gustado. Cumplir años sólo puede significar una cosa. No significa que te haces mayor, ni que te acercas al final de algo, ni que el tiempo pasa. Cumplir años sólo significa que estás vivo. Muy vivo. En estos tiempos que corren estar vivo está infravalorado. Cuesta mucho estar vivo. Y, si te lo confieso, el resto de cosas son secundarias.

No es que sean menos importantes. Recordaré el año por Inma y por Pablo, por sus risas, por su compañía, por su complicidad y por todas aquellas personas que nos acompañaron en ese viaje. Recordaré el año por haber cerrado mi empresa, por haber cambiado de trabajo, por la oportunidad regalada para empezar de nuevo. Recordaré el año por mantener vivas mis amistades y saber de ellos casi a diario. Recordaré el año por conocer a trece preciosas criaturas con las que compartí quince días de locura. Recordaré el año por los que se fueron y por los que llegaron. Recordaré el año por el grupo de locos que planeamos en sectoriales, ejecutivas, asambleas, reuniones y, sobre todo, ilusiones un 2015 mejor para todos.

Recordaré el año por muchísimas cosas pero, sin duda, recordaré el año por aquel mágico día donde todos se juntaron para regalarme algo que no tiene precio, que no se puede comprar con dinero, que se tiene o no se tiene, que se da sin concesiones, sin peticiones, sin buscarlo, sin paliativos. Recordaré el año por todo el amor recibido concentrado, apretujado, emocionado, intenso y sudado en ese casal.

Y no, no me olvido del que lo hizo posible, pero eso me lo reservo para decírselo cada día.

Y por eso no me puedo olvidar de ti, china, porque fuiste una de las personas que hizo posible todo aquello. Y por eso quiero decirte que te quiero, y al decírtelo a ti, decírselo a todos ellos. Los que vinieron, los que quisieron venir y no pudieron, los que hubieran venido si lo hubieran sabido, incluso a los que no quisieron venir y pudieron, porque, desde hace años, en mi corazón no hay lugar para otra cosa.

Y esto es todo lo que tenía que decirte: darte las gracias por este año, por un año más. Por vivir y seguir vivo. Gracias a ti. Gracias a todos."

Luego estuve esperando un buen rato. Salió el primer check. Mucho rato después el doble check.

Catorce horas después, aún sigo esperando el puto doble check azul de la chinadeloscojones. ¡Qué hija de puta!

miércoles, 10 de septiembre de 2014

De todo lo que no ha contado. De mi china vida (40)

2014
Hola a todos, soy Adelina. O como vosotros me conocéis: laputachinadeloscojones. ¡Atajo de sinvergüenzas!

El memo éste ha puesto una contraseña tan estúpida en su blog que he tardado dos minutos en adivinarla. Y encima gasta la misma contraseña para todo; para su Facebook, su Twitter, su Instagram. ¡Qué lerdo!

Pero vayamos al grano.

He leído vuestros comentarios, he visto vuestros "me gustas", y eso que en China tenemos capado el Facebook, así que ya os podéis imaginar lo difícil que ha sido mantenerme callada y no decir nada.

Tan difícil como aguantar al chorra éste. Yo lo hice durante casi 24 horas que tardó en soltarme el ladrillo este de su vida, pero vosotros habéis tenido tiempo de sobra para eliminarlo de vuestros perfiles o bloquearlo. Pero no, cada día le dabais alas para que se creyera que lo que contaba era interesante. Durante 39 días, con sus 39 historias.

¿En serio?

¿Era necesario todo esto? ¿Más de diez mil lecturas en total?

Al principio ví que los primeros capítulos pasaban desapercibidos y pensé: ya se cansará el notas éste, ya. Pero no. No se cansaba. Todos los puñeteros días foto de perfil, foto de biografía y post al blog. Se había empeñado en celebrar por todo lo alto sus 40 años y nada ni nadie lo iba a detener. ¡Pues vaya forma de celebrarlo! Dando por saco cada día con una historia.

Todo perfectamente planeado. Haciéndose el importante. Y encima con público. De verdad que no entiendo como puede uno celebrar que está vivo, que vive el presente dando por saco con su pasado.

¡Ah! Y todo lo que NO ha contado. Muchas lagunas le he visto yo. Todo el día con el rollo de "es que tengo que elegir". Pues has elegido lo que te ha salido del higo, porque a mi bien que me contaste otras cosas.

¿Os ha contado que le tiene pánico a los dentistas? ¿Que se tapa los ojos cada vez que ve un video de esos donde alguien se pega una hostia? ¿Os ha contado que lloró con el final de "Perdidos"? ¡¡DOS VECES!! Si es que es una nenaza. Y no es que sea folklórico, es que le gusta la fiesta más que a un tonto un lápiz. Y sí, es de izquierdas. Se ha cansado de decírnoslo todo el rato. Y de Compromís, sí. Pero ¿a que no ha contado que cuando Iniesta metió el gol en la final del Mundial de Fútbol lo celebró como si estuviera loco? Pues eso fue en 2010, no hace tanto. Y que yo sepa Iniesta jugaba con ESPAÑA. A mi me lo contó. Me contó tantas cosas que no ha contado. 

¡Ah! ¡¡¡¡Y no le gustan las sorpresas!!!! No. No le gustan. Ni las bromas. ¡¡Que lo sepáis!! No le gustan. En serio. ¡¡¡¡Odia las sorpresas!!!! Tócate las narices.

Y tiene una puta obsesión: siempre se pone primero el zapato izquierdo. Siempre. ¿Así cómo le va a ir bien en la vida? Siempre se levanta con el pie izquierdo.

Y hablando de obsesiones: el volumen de la radio o de la tele o de lo que sea lo lleva siempre en número par o acabado en cinco. ¿¿¿No pensáis que está como una chota??? ¿Me estás diciendo que no puede, por ejemplo, conducir tranquilo con el volumen de la radio en el número 11, por ejemplo? Bueno, en el 11 no podría porque está sordo. Lo lleva en el 22 normalmente. 

Y como conductor también tiene más obsesiones. Le molesta muchísimo la gente que aparca en plazas de minusválidos sin necesitarlo. Este año ha llamado exactamente 57 veces a la policía local para que se llevaran coches mal aparcados. Y si no pones el intermitente te menosprecia hasta el infinito. Y si no conduces por el carril derecho también.

Y en la tele tiene puestos siempre los subtítulos. Dice que es por los aviones que pasan por su casa, pero nada más lejos de la verdad. Es porque está sordo como una tapia. No suele ir al cine porque no se entera de nada y en cuanto alguien habla a su lado se pone de mala hostia, así que alquila un montón de películas. No las baja de internet porque está absolutamente en contra. Y suele alquilar películas americanas, porque las españolas no suelen ir subtituladas.

¿Y cuando hace teatro? ¡Madre mía! Los de Sevilla Dénia están curados de espanto, pero minutos antes de salir a escena le dan arcadas. Sí. Arcadas. El gran actor se pone de los nervios antes de salir a escena. ¡Olé tú, valent! Y todo el mundo a su alrededor se acojona del ruido que hace.

No quiero ni pensar lo que hará cuando cumpla 80. Aunque lo mismo le pasa lo que a Botín y se queda a las puertas, juas.

Y os digo dos cosas, ha ido lanzando mensajes subliminales todo el tiempo. Bueno y no tan subliminales. ¡¡Y mentiras!! Anda que no ha dicho mentiras ni ná. Sobre todo las que se refieren a mi.

Y yo callada y aguantando. ¿Sabéis lo insufrible que ha sido para mi?

¡¡Pues no cuenta el pedazo de burro éste que se acostó conmigo!! Le pedisteis sexo y el imbécil se inventa un polvo con una mujer. Anda que no hay que ser descerebrado. Y vosotros aplaudiéndolo.

Al principio todo era narrativo, muy bonito, sobre su infancia. ¡Qué majo! Y conforme le distéis cancha, y se hacía mayor, empezó a hacer monólogos dialogados cada vez más insoportables. Pero vosotros pidiéndole más. Sois muy cachondos.

Y no, no estoy enfadada con él. Estoy enfadada con vosotros por darle vidilla. Había un tipo que decía que no leía más que su blog. ¡Anda ya! La otra que todos los días le decía: "nos vemos mañana". ¡Hay que tener ánimos, guapa! El otro que si "me gusta, me gusta". ¿Pero cómo te va a gustar alelao? Y qué me decís de la que recibía todos los días un whatsapp con el enlace porque quería ser la primera. ¡¡Nena, cómprate una vida!! O los amigos de EGB, BUP y COU, o de su infancia que también le han escrito. ¡¡Os habíais librado de él!! ¿¿Sois masonas??

Todo eso por no contar los que le enviaban mensajes privados que he estado leyendo. Sólo había uno que os advertía cada día de que lo que leíais era medio mentira y os daba claves sobre mi existencia, pero no caíais. Y otro, que con cierto atino, dijo que era pornografía pura. Me quito el sombrero. Peo el resto...

¿En serio? ¿¿¿¿¿EN SERIO?????

¿Y AÚN LE PEDÍS MÁS?

Ahora debería de contar yo todo lo que me contó realmente el muy cazurro, pero paso. No tengo tiempo. Ha salido el iPhone 6 y tengo mucho trabajo.

Y además os digo una cosa, que los post más leídos hayan sido los de "De salir del armario", "Del sexo adolescente" o "De ser peineta", dice mucho de todos vosotros. ¡Pero mucho!

En fin. Me alegro tantísimo de que se haya acabado. Ya ha cumplido 40. Pues muy bien. Ahora que se esté quietecito y que vuelva a sus quehaceres que no son pocos.

¡Ah! Y encima os la ha colado pero bien. Porque os guste o no, esta putachinadeloscojones ha pasado a formar parte de vuestras vidas tanto como de la de él. ¡Enhorabuena!

¡Felices Cuarenta!

martes, 9 de septiembre de 2014

Del viaje de vuelta. De mi china vida (39)

2013
La china salió corriendo detrás de mi. Yo corrí también. 

- ¡Por favor! ¡Espera! - gritaba ella.

Yo hacía oídos sordos. Y seguí corriendo. Ella también. Hasta que me cansé, claro. Ella no. La edad no perdona, pensé.

- ¿Qué quieres? - le dije - ¿Ahora estás interesada en saber el final? Mira si me has puesto nervioso antes que se me olvidó contarte que en 2012 nos juntamos en una cena toda la tropa que acabamos COU en 1992. Una reunión de colegio después de 20 años. Y era una historia bien bonita porque, a pesar de los años, había mucho cariño en esa cena, que además se ha convertido en una especie de reunión anual.

- La verdad es que... - empezó a decir ella.

- Nada, nada - le corté yo - No te lo cuento. Te quedas sin saber el final.

- ¿Me dejas hablar? - me dijo.

- ¿Qué quieres?

- Te estaba llamando porque es casi la hora de la cena, tenemos que volver al hotel para que hagas las maletas. En nada os volvéis a casa y tu estás haciendo el bobo corriendo por China.

Yo me quedé en silencio.

- Además te estás metiendo en un barrio poco recomendable para andar de noche.

- ¿En el barrio chino? - le dije yo - ¡Ah, no, perdona! Que aquí todos los barrios son chinos.

- Te estás ganando otra galleta - me amenazó ella.

Hubo un silencio. Ella dio media vuelta. Yo la seguí. Íbamos camino del hotel. La aventura china llegaba a su fin. No preguntó nada en todo el camino. Yo tampoco quise hablar. Hice la maleta y la china me acompañó al aeropuerto. Ni una palabra. Un silencio incómodo. Después de todo lo que habíamos compartido en un día tan largo. Que pena que acabara así. Los dos allí sentados sin hablarnos. Nos mirábamos de vez en cuando de reojo el uno al otro, intentando no pillarnos. Finalmente me decidí a hablar.

- Oye - le dije.

- No hace falta que me lo cuentes. - me cortó - Sé como fue tu 2013. Ya me has contado lo de tu madre aquí. Por eso estaba callada. Soy una egoísta. No quería que esta historia acabara así de triste.

- Pues no lo hagamos. - le dije con sinceridad - Sin duda lo más importante y difícil de 2013 fue eso, pero siempre hay más historias. Yo tampoco quiero irme con esa sensación. Terminemos este viaje como se merece. Por todo lo alto. Recordemos lo bueno que tuvo 2013, que fue mucho.

- Soy toda oídos.

- Fueron mis primeras fallas como presidente - le dije.

- ¿De qué falla? - preguntó ella.

- De la de la figa ta tía, china de los cojones. - dije yo entre risas.

Los dos reímos un buen rato, olvidándonos de los malos momentos.

- Bueno y antes de las fallas - continué yo - ganamos el concurso de presentaciones después de 30 años intentándolo.

Y allí aún estuve una hora, contándole toda la presentación. La campaña que hicimos en internet para llenar el teatro, la gente que colaboró, cómo había ido todo, los bailarines, los actores. Le hablé de la catarsis colectiva vivida en la lectura de los premios. Le leí lo que escribí aquellos días como agradecimiento a "mis" falleros. Nos reímos una jartá con las anécdotas que le conté sobre aquel momento. 

El mundo parecía haberse parado. A pesar de lo vivido ese día fue un momento muy bonito. Los dos allí riéndonos.

- ¿Y ahora qué vas a hacer? - me preguntó.

- Pues ahora debería matarte - le dije.

- ¿Y eso? - me dijo entre risas.

- Bueno, te he contado toda mi vida. Sabes demasiado. ¿Se te ocurre alguna mejor manera de acabar?

- Hombre, siempre puedes subirte al avión, dormirte y cuando te despiertes pensar que todo ha sido un sueño de Resines.

- ¡Joder! ¿Hasta en China conocéis lo del sueño de Resines?

- Nunca jamás escuché un final mejor. ¿No te parece?

- Bueno, mejor que acabar matando a una china.

- ¡Mucho mejor! ¿Dónde va a parar?

Volvimos a reírnos.

- ¡Ay, china! ¿Qué voy a hacer contigo?

- ¿Otra vez? ¿Te subes al puto avión y me dejas en paz? ¡Qué manía te ha dado ahora de hacer algo conmigo!

- Era una forma de hablar, imbécil.

- ¡Yo qué sé! Ya sabes que no domino el idioma. Te veo con esa cara de psicópata y pienso que de verdad me vas a matar.

- Espero que no sea necesario. Además también formas parte de mi vida. - le dije con mucho cariño.

Nos dimos un abrazo muy fuerte. Me acompañó hasta la puerta de embarque y nos despedimos para siempre. Antes de subir al avión eché la vista atrás para darle el último adiós, pero ya no la encontré. 

El avión despegó y después de la cena que nos sirvieron me quedé dormido profundamente pensando en ella. Me desperté creyendo que todo había sido un sueño, pero sabía que no había sido así. Miré por la ventanilla del avión y en el reflejo me pareció ver su cara mirándome directamente a los ojos. Me giré pensando que estaba a mi lado, pero no era así. Había sido un día muy intenso. Le había contado casi toda mi vida a una desconocida. No sé qué imagen se habría llevado de mi. En todo caso la que yo quise contarle, claro. Pero bueno, al fin y al cabo, era mi historia y yo se la había explicado como había querido.

Aún tuve un rato mi mente perdida en todas las historias que le conté, repasándolas mentalmente. Me acordé de muchas de las que no había contado. De mucha gente de la que no había hablado. Algunas por respeto, otras por simple olvido. En mi cara se dibujó una sonrisa al pensar que dejaba parte de mi en China y que afrontaba mi camino hacia los cuarenta con un experiencia más vivida. Había de estar feliz, pues estaba vivo. ¿Qué más se puede pedir?

He de reconocer que, finalmente, me cayó una lagrimita recordándola. Después de todo había conseguido emocionarme. Y antes de quedarme dormido otra vez, con una sonrisa de oreja a oreja pensé:

- Puta china de los cojones.

lunes, 8 de septiembre de 2014

De ser presidente, actor y político. De mi china vida (38)

2012
- Sólo dos años de tortura me quedan - dijo la china después de un rato.

- ¡Te podrás quejar! - le dije yo - Si has estado entretenida todo el día.

- Sí, bueno, lo que tú digas. Date aire, cuéntame lo que te queda y vete ya para el hotel que en nada estás de vuelta a tu país.

- Pues no sé ni por donde empezar con 2012, la verdad.

- Bueno, acabaste 2011 haciendo el gilipollas, supongo que en 2012 seguirías por el mismo camino.

- ¡Eres tan graciosa! - le dije yo.

- ¡Sorpréndeme! - me dijo desafiante.

Después de pensar un rato me di cuenta de que tenía razón. ¡Puñetera china!

- Hice muchas cosas en 2012. No más que otros años, pero claro, las recuerdo más, claro.

- Llevas ya un buen rato con la misma cantinela. Elige algo, cuéntalo y no me des la brasa con que si no sabes que elegir, con que tienes más memoria, con que bla, bla, bla.

- ¡Joder! Si que tienes ganas de que acabe.

- ¡No lo sabes tú bien!

- Bueno pues voy a destacar una cosa. No, dos. Bueno, tres. Tres cosas.

- ¡¡Ufff!!

- Bueno, pues el 4 de abril de 2012 fui nombrado presidente de la falla de mis amores.

- ¿El Pilar? ¿Domingo Orozco?

- ¡¡No, china, no!! ¡¡Eres mala!! De Sevilla Dénia, cojones.

- ¡Yo que sé! Si has estado en más fallas que mudanzas has hecho en tu vida.

- ¡Anda que no eres exagerada ni ná! He colaborado con un montón de fallas, y tengo muy buena relación con muchas más, pero la mía es y será Sevilla Dénia.

- Sí, ahora lo dices... pero...

- ¡Pero nada! - le corte yo. - ¡¡Eres muy impertinente!! Me recuerdas a una amiga que tengo. ¡Qué rabia me das!

- Bueno, al grano. Presidente de la falla. Muy bien. Muy bonito. Habría que ver a los falleros, porque si tú eres el presidente, no quiero ni imaginar como es el resto. 

- ¡Te odio tanto!

- ¡¡¡¡Al granoooooo!!!!

- El 9 de julio empecé a trabajar en un programa de televisión.

- ¿Televisión Española? ¿TeleCinco? ¿Antena 3? ¿La Sexta? ¿Cuatro? ¿Canal 9?

- ¡¡¡Te quieres callar!!! Fue en Levante TV.

- ¡Madre mía! ¡¡Levante TV!! ¡¡Cuidado, que está aquí el nuevo Jorge Javier Vázquez!!

- Paso. De verdad que paso. Yo que te iba a contar que fueron 8 programas estupendos donde me lo pasé genial. Entre la presentadora y yo creamos un personaje fantástico: Fabio Vera. Fue un verano muy bonito y lo recuerdo con mucho cariño. Era un encanto de...

- ¿De tontorrontón?

- ¡¡¡¡Aahhhh!!!! ¡¡¡Me amargas la existencia, china!!!

- ¡¡¡Pero si no has hecho otro personaje en tu vida!!! Ya me lo contaste aquí. ¡¡Y además 8 programas!! ¡Cuidao! ¡Te forrarías!

- ¡¡¡Pero si ni siquiera cobraba!!!

- ¡Madre mía! Si es que no me sorprendes en absoluto. ¡Venga va! Remata la faena. ¿Qué fue lo siguiente que hiciste en 2012?

- No te lo digo que te ríes.

- ¡Va bobo! ¿En qué lío te metiste?

- Me afilié a...

- ¡A Compromís! ¡¡Si no lo dices revientas!! Y como ahora me sueltes un discurso político sobre la ilusión, el trabajo que hacéis, los fregaos en los que os metéis y que vais a gobernar en 2015, es que te reviento.

- Me afilié al BLOC.

- ¡Espera que vienen curvas! ¿¿¿Al BLOC??? 

- Y a Compromís, claro.

- ¿¿¿¿¿Al BLOC?????

- Al BLOC.

- Pero si esos son...

- Cuidado china con lo que dices, porque me están entrando unas ganas de meterte una galleta con esta mano de veinticuatro centímetros que tengo que vas a parecer un dibujo animado.

Hubo un silencio. La china pareció tomarse en serio la amenaza. Está claro que no sabía que soy incapaz de ponerle la mano encima a nadie. Al final se relajó un poco la situación y finalmente dijo:

- De verdad... Presidente, actor y político. Eso me recuerda a...

- Ronald Reagan, ya puedes hacer la broma.

- No, iba a decir Toni Cantó, pero...

- Se acabó. No te cuento nada más. 

Me di la vuelta y me fui. Podía aguantar lo inaguantable, pero que me comparara con Toni Cantó había superado mi paciencia. PutaChinaDeLosCojones.

- ¡¡¡Te vas a quedar sin saber el final!!! ¡¡¡¡Por lista!!!! - le grité mientras me alejaba.

domingo, 7 de septiembre de 2014

De la crisis de los 40 . De mi china vida (37)

2011
- ¡Qué ganas tengo de que acabes! - me dijo la china, que empezaba a arrepentirse de haberme preguntado en su momento cosas sobre mi vida.

- Tranquila, que ya queda muy poco. - le dije un pelín enfadado por tanta queja -. Ya vamos por los treinta y siete, poco te queda por aguantar.

Andamos un poco sin hablar. Uno al lado del otro. Yo empecé a llorar, pero no de tristeza, de rabia. ¡Qué fastidio con la china! Luego me puse a reír, al pensar los buenos momentos que me había dado. Luego lloraba un poco y reía; y lloraba y reía. Al final la china me preguntó:

- ¿Pero qué cojones te pasa?

- Nada - dije yo -. Me estaba acordando de 2011.

- ¿Y por eso lloras, te ríes, lloras y vuelves a reírte?

- Sí. Es que así fue 2011. Una puñetera montaña rusa.

Seguimos andado y respiramos un poco mientras me secaba las lágrimas que ya no sabía si eran de alegría, de tristeza o de rabia.

- Eso es la crisis de los cuarenta - me dijo la china.

- O la pitopausia, no te jode - le dije yo incrédulo.

- Te lo digo en serio - me dijo ella -. Todo el mundo tiene una crisis en esa época, aunque poco a poco se va desplazando hacia los cincuenta.

- ¿Y eso? - le pregunté yo.

Ella me miró sorprendida.

- ¿Pero es que en Occidente no os enseñan nada de la vida?

- Poca cosa - tuve que reconocer.

- La crisis es por considerar que llegas a la mitad de tu vida, al punto sin retorno. Empiezas una segunda vida que te llevará hasta el final. Conforme se mejora la calidad de vida y se alarga la esperanza de la misma, la crisis va desplazándose hacia los cincuenta. Es lo que tienen las crisis psicológicas.

- ¿Y yo la tuve a los treinta y siete?

- Es posible.

 - ¿Quieres decir que sólo voy a vivir hasta los setenta y cuatro?

- Ahora el que no has entendido nada eres tú.

Nos quedamos callados. Yo pensando en crisis, en años, en viajes sin retorno.

- ¿Qué pasó en 2011? - me preguntó ella al final.

- No lo sé - le dije yo con absoluta tranquilidad - Es que fue muy raro el año. Si durante cada año he tenido momentos buenos, menos buenos, malos o menos malos... en 2011 tengo la sensación de que sólo hubo buenos o malos. Seguramente no será cierto, pero mi memoria me trae a la cabeza momentos maravillosos de 2011 y momentos nefastos, aunque reconozco que la balanza se inclina por estos últimos.

- Las crisis no son malas. La palabra crisis solo significa cambio, y los cambios muchas veces se producen de manera inestable. 

- Pues entonces supongo que fue eso - le dije yo convencido -. Que hubo muchos cambios y muy bruscos.

- Entonces puede que no fuera una crisis, si no una revolución.

- ¡Exacto! - dije yo - Esa es la palabra. ¡Una revolución! Esa es la sensación que tengo. Pero no sólo en mi cabeza, también en mi cuerpo. ¡Sí! Revolución.

Mire a la china con mucho cariño. Ví que me estaba entendiendo a la perfección. ¡Cómo habíamos conectado! En cuatro palabras le había explicado 2011 y lo que supuso ese año. Fue un año en el que dudé mucho. Dudé de las cosas que había hecho bien a lo largo de mi vida, de las que había hecho mal. Dudé de si era válido o no. De si era bueno o malo. De si el universo estaba cobrándose conmigo alguna cuenta pendiente. Todo lo que no fue bien, fue rematadamente mal. No hubo término medio y así sentí yo el 2011.

- ¡Joder, china! - le dije y eufórico - ¡Cómo me has ayudado! Sin contarte nada te lo he contado todo. ¿Así que en 2011 tuve la crisis de los cuarenta? ¿Así que todos esas idas y venidas, todas esas alegrías y tristezas, esas dudas, todas se deben a la revolución de los cuarenta? Soy un avanzado a mi época. ¡Un revolucionario!

- No - me dijo ella muy seria - Lo que eres es un gilipollas.

- Pero tú has dicho... - le intenté decir yo con un tono de voz que rozaba lo zen buscando a mi maestra.

- Yo no he dicho nada. Todo te lo has dicho tú. Todo lo que te pasó en 2011 te pasó por una razón...

- Pero...

- Ni pero ni nada - me dijo ella.

Y de repente me cogió el cuello de la camisa con la mano izquierda, estiró de la misma hacia abajo y puso mi cabeza a la altura de la suya. Cogió la mano derecha y empezó a darme como si fuera un dibujo animado. Me puso la cara como un mapa. Cuando acabó me dijo:

- Esto es para que te acuerdes de lo que te he dicho y nunca más te vuelva a ocurrir. Todo te pasó por una razón. Piénsalo.

- Pero si no te he contado nada de lo que pasó ese año - protesté yo.

- Ni falta que hace - me dijo muy seria. - Y seguramente aún te pasó poco. ¡Piénsalo, pequeño saltamontes!

Me soltó y se puso andar muy seria y con las manos a las espaldas. El sol ya estaba cayendo y yo vi su figura a contraluz, lo que le daba una aureola muy especial. ¡Qué razón tenía! ¡Cuanta sabiduría en un cuerpo tan pequeñito! ¿Cómo podíamos estar tan conectados? Aún no salía de mi asombro cuando comprendí la lección que me había dado, la más importante de todas, la que me deberá acompañar toda mi vida. Me había dicho algo que no me había dicho. Era un lío, pero por fin lo vi todo claro. Empecé a atar cabos, conceptos, a repasar todo el año en mi cabeza; las cosas buenas, las cosas malas. Estaba claro que muchas venían de otros años, que acumulaba mucho poso, mucha historia. Pero lo fundamental siempre era lo mismo: 

Todo lo que me pasó en 2011 me pasó por una razón... por gilipollas, por ejemplo.

sábado, 6 de septiembre de 2014

De ser peineta. De mi china vida (36)

2010
- Después de lo de Michael Jackson no sé si quiero que me cuentes más cosas de tu vida. Tienes el cerebro muy mal. - me dijo la china aún enfadada.

- Va, te voy a contar algo gracioso. - le dije yo para salir del tema -. En 2010 gané, por primera vez, el premio al Mejor Director de Presentaciones.

- ¿Con Sevilla Dénia?

- No, con El Pilar.

- ¡Cállate, mercenario! No me hables más de premios.

- Ufff, entonces no te cuento los de la gala de la cultura.

- ¿Ganaste más premios?

- Bueno, los siete actores que salíamos en la obra de teatro de la falla ganamos un saragüell.

- ¿Los siete?

- Sí. Ex-aequos.

- ¡A mi háblame en cristiano!

- Bueno, "ex-aequos" es latín, así que técnicamente...

- ¡Qué te calles!

Anduvimos un rato en silencio. La china aún estaba enfadada por lo de Michael Jackson. No lo entiendo, si era súper-gracioso.

- ¿Cuántos años te quedan?

- Para ser china llevas muy mal las matemáticas.

- Vaya topicazo. ¿Otra vez el mono con platillos?

- Sí, hija. Una vez se instala en el cerebro ya no para - reconocí yo.

La china entendió que era mejor que siguiera con mi historia si no quería que cayéramos en un bucle del que iba a ser difícil salir.

- Va, cuéntame más cosas de 2010 - me dijo.

- 2010 fue un buen año, la verdad. El trabajo no iba mal. Y además ese año la Corte de la Fallera Mayor fue, con respeto a todas las demás, de las mejores.

- ¡¡Eres todo un peineta!! - dijo casi gritando -. ¡¡Un puñetero peineta!!

- Bueno, ten en cuenta que en esa época una parte importante de mi trabajo era para Junta Central Fallera. - dije yo justificándome - Las veía muchas veces y siempre es agradable cuando las personas que están ahí también lo son. De hecho sigo teniendo contacto con la mayoría de ellas. Me alegro mucho cuando me las cruzo en algunos actos.

- ¡Pero si ni siquiera te acordarás de sus nombres! Las cambiáis año tras año y luego al cajón del olvido.

- Bea Hernani, Patri, Beatriz Lluch, Pepa, Marta, Tamara, Isabel, Sandra, Carmen, María, Carla y Virginia. Y Piti de Fallera Mayor, claro.

A la china la boca le llegaba al suelo.

- Eso lo has buscado en la wikipedia - dijo al final.

- Te juro que no. Reconozco también que es la única corte completa que recuerdo. Ya te he dicho que fue un año muy intenso: exaltaciones, crida, feria de julio, el mejor acto de Elección de Cortes de Honor que se ha hecho en muchos años, la despedida en el Alameda Palace, Expo Jove.

- ¡Madre mía! Estabas en todo.

- Sí, así es. Además llevaba la infraestructura técnica de todas las fiestas del Ayuntamiento de Valencia.

- Sigo sin entender lo de las vacas flacas, pero si no parabas.

- No lo comprendes. Ya te dije que era una sensación muy personal.

- Tienes razón, no lo comprendo. Así que muy de izquierdas, muy de izquierdas, pero te ponen una corte delante y les haces la genuflexión.

- Tampoco te pases, pero reconozco que soy fallero hasta la médula, a esta corte no me importaba hacérsela. A la del Borbón ni de coña.

- Eres todo un folklórico.

- No eres la primera que me lo dices, pero ¿qué le voy a hacer? Hay muchas cosas de la fiesta que no me gustan. Muchas. Pero la corte en sí, no es una de ellas. Su función, su tratamiento, su elección puede que sí, pero su existencia no me preocupa en absoluto. Forman parte de las fallas, para mi no son lo más importante, desde luego, pero no me molestan en absoluto. Es más preocupante lo que llevan alrededor.

- Sí, sí, muy peineta, muy peineta, mucha corte y mucha fallera mayor, pero luego bien que entiendes la kaleborroka esa de la intifalla.

- ¡Ya estamos! ¡¡La intifalla es contra la coHorte!!

- ¡¡Pues muchos no vemos la diferencia!!

- ¡¡Pues una "h" es muy importante!! 

La china hizo un pausa. Me miró a los ojos. La miré. Me volvió a mirar. La volví a mirar.

- Un momento - dijo sospechando - En 2015 hay elecciones, ¿no?

- Sí, ¿se ha notado mucho?

- No, te ha quedado muy fino todo.

- Gracias.

- De nada. ¿Sabes que algún día alguien tirará de hemeroteca?

- Soy consciente de ello.

viernes, 5 de septiembre de 2014

De comprar un piso y la muerte de Michael Jackson. De mi china vida (35)

2009
- ¿Entonces todas las historias que vas a contar a partir de ahora van a ser deprimentes? - me preguntó la china.

- ¿Y eso? - le dije yo intrigado.

- ¡Hombre! - exclamó ella -. Si son años de vacas flacas, como me has dicho antes, tú me dirás.

- Mujer, no todo ha sido malo en estos años, ya te lo he explicado. Ha habido muchas cosas buenas - le dije.

- ¡Cuéntame!

- ¿¿¿Cómo te ha ido???

- ¿Qué?

- Nada, que en 2009 nos compramos un piso.

- ¡Ah! Pues la cosa no iba tan mal. Tanto quejarte de vacas flacas. ¡Buen ojo! En plena crisis. ¿Y qué más?

- Ya está.

- ¿Cómo que ya está?

- Que ya está. - le dije yo serio.

- ¿No hay nada más en todo el 2009?

- ¿Te parece poco importante la compra de un piso?

- No, claro, es muy importante, pero no sé... No hace falta que me cuentes sólo "lo importante". Alguna anécdota divertida recordarás de 2009.

- Sí, claro. Mi marido salió un viernes del trabajo y cuando volvió al lunes siguiente la empresa ya no existía.

- ¡¡¡Guala!!!

- Sí. ¡Yupi! - dije yo con bastante desanimo. - ¿A que es divertida la anécdota? Nosotros nos reímos todos los días a recordarla.

- ¿Y aún así os comprasteis el piso?

- Lo habíamos hecho dos meses antes.

- ¡Jo! ¡Qué buena suerte!

- En fin. Mi vida durante los próximos cuarenta años se va a resumir en pagar el puñetero piso.

- ¡¡¡Cuarenta años!!!

- Sí, señora. Cuarenta años. ¿Qué te parece?

- No está mal.

- Nada mal. Así que cualquier historia que cuente, que me pase, que me suceda, que viva, que sufra, que sude, que recuerde, que celebre, desde 2009 hasta 2049 va a ir encadenada al pago de un piso.

- No puedes estar hablando en serio - me dijo ella -. ¿Qué tendrá que ver una cosa con otra?

- Pues estoy hablando muy en serio. Pregúntale si no a cualquier persona que haya comprado un piso. Verás como su vida a principio de mes, a mediado de mes y a final de mes se reduce a si paga, si podrá pagar o si pagará la hipoteca.

- Pero no pensarás en ello los trescientos sesenta y cinco días del año - me dijo sorprendida.

- Ponle que pienso en ello trescientos sesenta.

- ¿Qué haces los otros cinco?

- Dormir la mona.

- ¿De verdad que no hay nada divertido de 2009?

- No sé... Déjame pensar... 

Y estuve pensando un buen rato. De verdad que lo hice un buen rato. Mi cerebro registró todo ese año e intenté buscar alguna anécdota graciosa. Algo.

- Se murió Michael Jackson - dije finalmente.

- ¡¡¡¡Joder, tío!!!! ¡¡Eso no es nada divertido!!

- Ya - dije yo reflexionado un poco -. La verdad es que en mi cabeza sonaba mejor. Me ha hecho gracia.

- No te entiendo, de verdad.

- No sé. No te pasa a veces que lo que piensas suena más divertido en tu cabeza que cuando lo sueltas por la boca.

- No.

- Porque cuentas pocas cosas. A mi me pasa mucho. Me hago un esquema en la cabeza, me estoy riendo yo mismo y cuando lo cuento noto que no tiene tanta gracia. A veces no sé qué asociaciones hace mi cerebro ni por qué las hace, pero es así. Mi humor es así de surrealista.

- ¿Y qué tiene que ver eso con Michael Jackson?

- Pues no sé. Me ha parecido divertido.

- ¿La muerte de Michael Jackson te ha parecido divertida?

- No la muerte en sí, sino decirlo. Un golpe de efecto. Un ¡chas! Yo qué sé. Estaba buscando algo gracioso y he pensado: lo digo, digo la muerte de Michael Jackson. En mi cabeza oía risas enlatadas cuando lo decía. De hecho una vocecita me decía: "no hay cojones a decirlo" Y entonces me ha hecho más gracias decirlo. Me pasa muchas veces.  

- ¡No tiene ninguna gracia! -me gritó la china.

- ¡Joder! Lo sé. Lo siento. Y cuanto más lo explico menos gracia tiene, ¿sabes? Y ahora he entrado en un bucle, porque me gustaría explicarte dónde está la gracia, pero como no la tiene, y soy consciente, pues es difícil de explicar. Pero en mi cerebro al pensarlo había hasta un castillo de fuegos artificiales. Te lo juro. Me ha venido y he pensado: "Joder, cojonudo, di: se murió Michael Jackson; verás la china que carcajada pega". Pero no, claro, porque no tiene gracia, aunque tengo un amigo en Copenhague que se partiría de risa si se lo cuento. Tenemos un humor muy parecido. No sé. No me ralles, china. Era divertido en mi cabeza, nada más. No le des más vueltas.

- ¿Que no le dé más vueltas? ¿Esto piensas publicarlo?

- Sí, claro.

- ¿Y pondrás en el título lo de la muerte de Michael?

- Sí, y seguro que alguien se ríe.

- ¡Los fans de Michael Jackson se te van a echar encima!

- ¡Qué poco humor!

- Uno no puede ir riéndose de todo por la vida.

- ¿Cómo que no? Al contrario. La risa nos hace libres. Lo que más le molesta a nuestro enemigo es nuestra risa, nuestra capacidad de reírnos y sobre todo de nosotros mismos, nuestra felicidad.

- ¿Pero quién cojones se va a reír de la muerte de Michael Jackson pedazo de cafre?

- Nadie. De eso nadie. De decirlo. ¿Lo entiendes?

- No.

- A ver si te lo explico. No tiene gracia, pobrecito Michael, aunque podríamos hablar largo y tendido sobre su vida y esas cosas con los niños, pero no nos desviemos del tema. La cuestión es decirlo. Soltarlo. Hacer un puñetero chiste con la muerte de Michael Jackson. No sé ni cómo explicártelo. En mi cabeza a veces suena un mono con platillos y oigo risas enlatadas. Lo juro. Es cierto.

- ¡Madre mía! ¡Tú estás muy mal! ¿Ves como tenía razón? A partir de ahora todas tus historias van a ser deprimentes.

- No, cariño, deprimente fue la muerte de Michael Jackson, lo mío es pura comedia.

Sonido de platillos: ¡¡Ta ta tan chis!!
Risas enlatadas.
Fundido a negro.

Pd: Saludos a todos los fanses de Michael Jackson. ;)
Pd2: 🎶"Told me what you're doing wrong / Word out shockin' all alone"🎶
Pd3: Ya paro. No digo ná más.
Pd4: #Respect #PrayForMichael
Pd5: ¡Por el culo te la hinco!
Pd6: Y así estaría todo el día.
Pd7: ¡Hasta el infinito y más allá!
Pd8: #PrayForMe #SpeakerForever
Pd9: Humor Inglés
Pd10: ¡¡¡Si me entendeis, irse!!!
Pd11:Ya.
Pd12: Chis pón.