1977 |
- Esto está siendo muy divertido para mi - me dijo. - Tenéis una cultura tan diferente.
- Para mi también lo está siendo - le dije yo. - De hecho cuando vuelva a mi casa lo publicaré todo en un blog.
- ¿Cuando vuelvas a Burjassot? - me preguntó ella dando a entender que me había estado escuchando.
- No, ya no vivo allí - le dije yo con una sonrisa melancólica.
- ¿Montanejos?
- No
- ¿Has vuelto a Sagunto?
- No
- ¿Dónde vives ahora?
- En Aldaia.
- De Sagunto a Burjassot y de Burjassot a Aldaia.
- No, querida. De Sagunto a Alzira, de ahí a Burjassot, Valencia, vuelta a Burjassot, Madrid, vuelta a Burjassot, Rocafort, Godella y, finalmente, Aldaia.
La china me miró sin saber muy bien qué decir.
- Has hecho muchas mudanzas, ¿no?
- Bueno, teniendo en cuenta que en Burjassot he vivido hasta en seis viviendas diferentes, y las idas y venidas, pues imagínate. En total en mi vida he hecho dieciséis mudanzas.
- ¿Y eso es lo normal en tu cultura?
- No. Lo normal en "mi cultura" es salir de casa de tus padres para ir a la tuya. Ahora, a veces, ni eso. Como mucho una aventurilla a un piso compartido de estudiantes. Pero no, yo he hecho dieciséis mudanzas completas.
- ¿Habrá una diecisiete?
- Si puedo evitarlo, no. Aunque tal y como está el patio, no me extrañaría.
- ¿Y nunca has vivido fuera de tu país?
- Ya te he dicho que viví una temporada en Madrid. - le dije con una sonrisilla.
La china me miró con cara extraña.
- No entiendo - dijo ella.
- No et preocupes, t'ho explicaré més endavant. Ara vaig a contar-te com acabàrem a Alzira. - le dije yo sin dejar de sonreír.
No hay comentarios:
Publicar un comentario